Cocina Sin Complejos

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viernes, 7 de marzo de 2014

Huevo a baja temperatura sobre lecho de crema de coliflor

Con ésta, terminamos las tres recetas prometidas hoy, que han tenido como producto principal la coliflor, especialmente en su forma de crema.

Pero en esta ocasión le vamos a incorporar un elemento que va a requerir de técnica en su elaboración y que va a terminar de redondear esta preparación. Nos referimos al huevo a baja temperatura.

Un huevo a baja temperatura, es un huevo cocido a temperatura constante durante un determinado período de tiempo, que producirá, ya que la yema y la clara empiezan a solidificarse a temperaturas distintas, que la clara quede cuajada pero cremosa y la yema líquida aunque con cierta densidad. Tendremos, por lo tanto para conseguir el huevo perfecto, que mantener una temperatura constante de 63 C durante 40 minutos.

Como en casa no solemos tener un roner para preparar de esta manera el huevo, como en los restaurantes de alto nivel, utilizaremos otra técnica que se adapte mejor a nuestras necesidades.




Para ello utilizaremos un cacito y un termómetro digital de los de toda la vida.

Ingredientes


2 huevos
1 coliflor
1 litro de leche
1 chorrito de aceite
50 gr. de mantequilla
3 quesitos El Caserío
1 pizca de nuez moscada
Sal y pimienta





Elaboración

Lo primero de todo, es lavar muy bien la coliflor y comenzar a sacar ramilletes, no de gran tamaño, para facilitar su cocción.

Ponemos en una olla la leche, los ramilletes de coliflor y un chorrito de aceite, y comenzamos la cocción a fuego no muy fuerte, para evitar que se nos queme la leche, durante aproximadamente 15 ó 20 minutos.

Cuando la coliflor esté tierna, trituraremos fino en la misma olla y colaremos. Volvemos a poner a fuego lento e incorporamos la mantequilla fría en daditos y los quesitos. Triturar de nuevo y añadir una pizca de nuez moscada y sazonamos hasta conseguir el punto deseado.

En un cacito ponemos agua y una pizca de sal y calentamos lentamente hasta alcanzar los 63 C. Introducimos el huevo (con cáscara) y cocinamos durante 40 minutos, sin dejar de controlar la temperatura, no dejando que supere en ningún momento los 65 C.

Una vez pasado este tiempo ya podemos emplatar. 

En el fondo del plato (mejor si el plato es oscuro), colocaremos la crema de coliflor y sobre esta el huevo que habremos sacado previamente, con extremo cuidado, de su cáscara.

Finalizaremos el plato, rallando una pizca de nuez moscada sobre la preparación y colocando unas escamas de sal sobre el huevo.

¡Y listo para comer!



Y ahora a compartir, porque la cocina nos une.

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